Desayunaba hoy con un señor muy simpático que me cuestionaba, con genuina curiosidad y sin el menor asomo de mala fe, un par de mis decisiones:
-No veo el amor en esa decisión- me decía- ¿hablamos de lo personal o de negocios?
-Digamos que hablamos de ambas cosas- le contesté- el amor está en las dos pues el amor está en todo lo que haces.
No, no el amor estereotipado de una telenovela mexicana. ¡No, no! Eso no. El amor está realmente en los pequeños detalles, en la vida diaria, en cada latido de tu corazón.
El amor está en tomar el lápiz y dibujar en una hoja en blanco, creando una idea que contribuya el éxito del otro.
El amor está en ti, levantándote cada día a las 6 de la mañana para cumplir contigo mismo y abrir tu empresa al público a las 9am en punto.
El amor está en la empresaria valiente que no se rinde pese a todos los retos y sostiene con su fe y su esfuerzo, el trabajo de sus colaboradores pensando en las familias de cada uno.
El amor está en el empresario honesto que rechaza un trabajo de burócrata donde “le pagan por no hacer nada” para arriesgarse en busca de su sueño.
El amor está en la mujer que escucha a su corazón y se anima a hacer servicio comunitario en sus tiempos libres.
El amor está en el hombre que lucha contra las opiniones de su entorno y se esfuerza cada día en lograr su visión, por muy “loca” que dicha visión sea.
El amor está en el niño que corre y te abraza; para después escaparse corriendo mientras grita contento esperando que lo persigas.
El amor está en la madre que no le teme a la soledad y se esfuerza cada día en honor a sí misma y a sus hijos.
El amor está en el adiós, sin rencores y necesario.
El amor está en los padres que le dicen dulcemente a su hij@ “es hora de que te vayas de esta casa” para ayudarlo a ser responsable.
El amor está en la mujer que llena de compromisos, se toma el tiempo para apoyar a otros en su crecimiento.
El amor está en cada situación que aún no resuelves pero que te impulsa a esforzarte cada día para lograrlo.
El amor está en ti, que lees esto con fe, alegría y sin juicios.
En cada una de las flores que eliges en un ramo para tu familia y tu madre.
En cada latido de tu corazón.
En cada una de tus respiraciones.
En cada situación que te dolió y te enseño.
El amor esta en cada cosa que haces.
Y verás, sucede que el amor realmente está en ti mismo.
– Estás bien loca Susana- me dijo un amigo carcajeándose cuando le compartí todo esto.
– Sí, sí lo estoy. Un poquito.