Hoy desperté y mantuve todo el día una sensación de amor por cada persona que ha sido importante en mi vida aunque ya no esté. Hay un par de rostros y de nombres que tengo presentes junto con el recuerdo de lo que significaron para mí y la infinita gratitud por ello.
¡Nos hemos divertido tanto!
Tengo una pequeña pero significativa colección de amistades y amores a los que un día dejé de ver no en los mejores términos. En ciertos casos, jamás volví a pensar en ellos hasta el día de hoy; en otros, traté de no recordarlos porque los consideré un mal recuerdo.
¿Puede ser un mal recuerdo una persona que significó tanto en mi vida? Hoy me desperté con la certeza que no.
¡Nos divertimos tanto! ¿Cómo un montón de buenas y dulces experiencias de vida pueden empañarse por un par de acciones, por una mala decisión y despedida? He decidido que en mi vida, dado que yo decido creer y crear lo que vivo, eso no suceda.
He decidido, el día de hoy, agradecer la presencia de cada una de esas personas: cada risa, cada abrazo, cada beso. Cada dulce momento que compartimos juntos, cada confidencia; los amores que conocimos siendo amigos mutuos o las amistades que compartimos siendo amor uno del otro. Cada experiencia, dulce o amarga, positiva o negativa, ha tenido una razón de ser. Me ha apoyado a madurar y a crecer mientras experimentaba la belleza de la vida.
Así que, estimada persona con la que compartí una grandiosa amistad o un intenso amor de pareja: GRACIAS.
Hubo casos en los que mi creencia de superioridad moral me apoyo a hacer crecer demasiado un error de tu parte. Lamento jamás haber vuelto a contestar tus llamadas. Hoy sé, que el silencio también es una forma de violencia. Me disculpo por haber hecho eso. Lamento también, que el enojo del momento me haya impulsado a ser cruel con mis palabras, pues hoy sé y comprendo que las palabras pueden lastimar que un golpe. Lamento también, si ese fue el caso, haber contado lo sucedido a demasiadas personas en un intento de desahogarme; hoy sé que lo correcto y respetuoso hacia ti hubiera sido dejar el asunto solo entre nosotros dos sin ponerme el traje de víctima. Perdón por todo eso, no tenía plena consciencia de lo que hacía.
Y principalmente, te pido perdón por juzgarte. Hoy comprendo que no tengo ni tuve ningún derecho para hacerlo.
Perdón por juzgarte cuando incumpliste mis expectativas, las expectativas que yo coloqué sobre tus hombros sin consultarte.
Perdón por juzgarte cuando tomaste una decisión que a ti te convenía y a mí no. Perdón por presuponer que tenías que pensar en mi antes que en ti mism@.
Perdón por juzgarte y hacerte villan@ de una historia por no tener mi mismo nivel de resistencia ante los retos.
Perdón por juzgarte cuando te enamoraste de otra persona.
Perdón por juzgarte cuando te arrepentiste de una decisión de vida.
Perdón por juzgarte por no arriesgarte igual que yo.
Perdón por juzgarte cuando elegiste otro estilo de vida.
Perdón juzgarte cuando decidiste no asumir retos a los que yo te había empujado.
Perdón por juzgarte y meterte en problemas con mi papel de víctima ante amigos mutuos o familias.
Perdón por juzgarte, en silencio, al ver tu nombre en la pantalla o simplemente al escuchar tu nombre.
Gracias por existir. Gracias por haber estado en mi vida. Te deseo éxito, amor y abundancia. Probablemente no volveremos a hablar nunca pero serás siempre un genial capítulo en mi libro de vida.
Por favor, sé feliz.
Que hay Susa, me ha gustado mucho leer esta publicación. Otro mundo seria si dejaramos de juzgarnos. Te felicito por llegar a este nivel porque a pesar de proporlo es tan dificil a veces parece una reaccion que llevamos dentro. Espero tambien mejorar cada dia y dejar de juzgar a las personas que han estado cerca de mi. Saludos y un abrazo muy grande 🙂